Rimas en movimiento

La música de los nacionales Movimiento Original, Jonas Sanche, Pablo Chill-e, Cris MJ y de exponentes extranjeros como Dr. Dré y Kendrick Lamares da vida a “Rimas en Movimiento: Programa de expresión corporal a través de ritmos urbanos para la autonomía de escolares con discapacidad intelectual” que obtuvo un Fondo Vime Estudiantil 2024, proyecto adjudicado por representantes de tercer año de Pedagogía en Educación Física de la Facultad de Ciencias Médicas: Joaquín Hernández Soto, Enzo Pavez Castro y Luciano Fuenzalida Rojas.

“A los tres en general nos gustan los ritmos urbanos, específicamente el Hip Hop y Reggaeton desde la adolescencia e incluso antes, porque es un género popular que representa a la juventud, además sus ritmos ofrecen una diversidad inmensa en cuanto a sonidos y frecuencias (BPM)”, sostiene Joaquín Hernández, quien lidera el grupo estudiantil.

De acuerdo a lo que nos cuenta el líder de la iniciativa la idea de incluir el hip hop o los ritmos urbanos surgió cuando vieron a un grupo de estudiantes de una escuela especial que simulaban que rapeaban, “y porque durante las sesiones la mayoría de los participantes solicitaba la reproducción de sus canciones favoritas mientras realizaban los ejercicios y éstas eran mayoritariamente de ritmos urbanos”.

Respecto  a la recepción de esta iniciativa Joaquín comparte que “siempre son bien recibidas las nuevas metodologías, sobre todo en el contexto de juegos colaborativos”.

Para finalizar el estudiante señala  que “es enriquecedor lograr encontrar un punto de encuentro entre la labor profesional y los gustos personales, más aún cuando funciona como instrumento de inclusión y para fomentar la actividad física de una población tan descuidada por las legislaciones y proyectos desarrollados en el último tiempo”.

Pasos previos

El académico de la carrera, Claudio Farías se mostró muy contento con la adjudicación del fondo, ya que “los estudiantes que realizarán este proyecto participan conmigo en otra iniciativa de la Línea de Consolidación llamada Ludo-Inclusión y que está adscrito al Fondo Vime de la Universidad de Santiago de Chile desde el año 2018. Es uno de los proyectos más antiguos que se ha mantenido en el tiempo y busca incrementar el nivel de actividad física por medio de juegos en colegios especiales. Y actualmente también estamos incorporando entrenamientos de fuerza desde colegios especiales para personas con TEA, para personas con síndrome de Down”.

Farías, señala que los tres estudiantes participan como monitores  y son quienes  implementan estas actividades. Entonces, en este escenario, ellos se dieron cuenta de la existencia de estas necesidades. “Y para mí, por lo menos, es fundamental ir motivando y abriendo espacios para que estudiantes de USACH se incorporen en la atención de personas con discapacidad, en este caso discapacidad intelectual”. 

El académico agrega que: “desde la pedagogía en educación física, la formación de profesionales es precaria en diferentes casas de estudios. Acá en USACH tenemos ese plus, con una mirada más íntegra, con un sello social y que cada día más estudiantes se están adhiriendo al abordaje de la discapacidad por medio de la actividad física porque aporta beneficio sustantivo en el bienestar, la autonomía y genera comunidades más saludables en colegios especiales”. 

Claudio contextualiza que por lo menos en Chile “los colegios especiales no tienen la obligatoriedad de contratar a profesionales de la actividad física. Por ende, ellos desde ya se incorporan a este mundo y se dan cuenta que es un nicho emergente, que cada día el país necesita más profesionales. A mí me interesa motivar más o menos a dos o tres estudiantes por generación y que sigan esta línea de trabajo para continuar con el legado del USACH hacia los trabajos inclusivos por medio del deporte, la actividad física, el ejercicio físico y también entregar un elemento diferenciador, dado que existe muy poca formación, muy poca investigación, muy pocos proyectos que se puedan solventar en el tiempo”.

Según comenta el profesor de educación física, los trabajos en las poblaciones son intervenciones puntuales, por el día, pero estas son permanentes, que mantienen adherido y afiatado el estudiantado, sobre todo en estos colegios vulnerables.

El académico que suma 9 años como formador en la universidad y que dicta la asignatura de Procesos de inclusión e inclusión escolar sostiene que: “creo que uno como docente tiene la labor de identificar los talentos de cada estudiante, así como ellos en los colegios identifican la habilidad de cada persona con discapacidad. 

Personalmente me llena, me satisface formar estudiantes y también es una proyección de mi actuar como profesional. Sé que voy por buen camino, dado que por lo menos los grupos que he conformado acá en la universidad actualmente siguen trabajando en esta área, lo que es un reflejo de que esta área tiene proyección ya que permite que se vinculen a la investigación de manera prematura, innoven por medio de esta propuesta como la elaboración del proyecto, lo que sin duda es un aporte a la sociedad cada vez plantea más necesidades y desafíos”.

 

Viernes, Agosto 30, 2024