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Wanço Augustin, estudiante de Kinesiología: “los profesores de la carrera me han ayudado mucho y me han dado todas las herramientas para ser el mejor profesional”
El estudiante, de origen haitiano, está próximo a egresar y convertirse en profesional. Desde que llegó a Chile, cuenta, ha tenido que sortear obstáculos complejos como el separarse de su familia y la búsqueda de trabajo constante que le permita pagar sus estudios, ya que durante los cinco años de la carrera no logró obtener ninguna beca dado su condición migratoria.
Wanço reflexiona sobre la decisión de venirse a un país tan distinto al suyo y seguir con el de convertirse algún día en profesional. “Este mes voy a cumplir siete años en Chile. Cuando llegué, me dieron una visa temporaria por 3 meses, con esa visa tenía la posibilidad de prorrogar, hacer las solicitudes de una visa temporaria por un año y posteriormente la idea es permanecer definitivamente aquí en Chile”.
La oportunidad de llegar al país la obtuvo gracias a su tío por parte de su padre, quien estando acá en Chile, lo entusiasmó a que viniera con el objetivo de seguir estudiando. En ese sentido, su tío le explicó todo lo que tenía que hacer para postular a una carrera en alguna universidad. “Me empezó a contar cómo funciona el sistema de acá porque cuando uno ingresa Chile, como no tenía una visa de estudiante, no puedes llegar y empezar a estudiar de inmediato. Entonces, me dijo que sí o sí vas a tener que empezar a trabajar, obtener un contrato de trabajo y con ese contrato de trabajo vas a poder hacer la postulación”. Ahora, sin embargo, cuenta que su tío emigró nuevamente a los Estados Unidos y desde el segundo año Wanço se quedó solo en el país.
Por otro lado, el estudiante comenta que “la mayoría de las instituciones me pedían la PSU, y me di cuenta que durante los primeros meses iba a ser un proceso largo, que tenía que inscribirme varios meses antes para poder dar la prueba y ahí recién poder empezar a estudiar”. Aquello, confiesa, lo dejó frustrado ya que pensó en primera instancia que sería mucho más rápido el poder ingresar a la universidad, sin embargo, se armó de paciencia y empezó a recopilar la información requerida para empezar las postulaciones.
Los primeros años en Chile
“En un principio, los primeros cuatro meses estuve trabajando en la feria”, declara Wanço, lo que le significó que le dieran su primer contrato de trabajo. Con el en mano, pudo ir a extranjería para postular a la visa temporaria que iba a durar un año, la oportunidad de seguir trabajando y permanecer definitivamente en el país.
Luego de ese primer trabajo, ingresó a trabajar en la empresa Cencosud, en el supermercado Santa Isabel. En este empleo, dice, le pudieron pagar sus primeras imposiciones como trabajador. Asimismo, siguió averiguando sobre el ingreso a la universidad, por lo que, gracias al dinero que recibía por su trabajo pudo pagar un preuniversitario durante todo el primer año para prepararse de la mejor manera en la rendición de la PSU, ahora PAES.
Wanço detalla que “desde un principio, el primer año empecé a investigar sobre las universidades, las mejores en Chile; estaban la Católica, la Universidad de Chile y la USACH. Y yo dije, sí o sí, voy a trabajar para poder entrar en una de esas”. El sacrificio fue enorme, pero confiesa que valió la pena para poder ingresar a una universidad pública como la USACH.
Ingreso a la Universidad de Santiago de Chile
Originalmente, Wanço Augustin tenía la intención de estudiar medicina; un objetivo ambicioso pero no imposible. “Ese fue mi sueño, pero para entrar a medicina yo necesitaba al menos 800 puntos. No era imposible, pero sí muy difícil, y aparte de eso, para mí era mucho más complejo porque a pesar de que reconocieron mis estudios e hicieron la reconsideración de mis calificaciones, no tenía el ranking, no lo tomaron en consideración”. Sin embargo, esta situación no lo detuvo, ya que de igual forma estaba convencido de estudiar alguna carrera orientada a la salud, en este caso, la carrera de Kinesiología.
Por otro lado, también investigó sobre el arancel de las universidades mencionadas con sus respectivas carreras. “Había investigado sobre el arancel porque como no tenía todavía la permanencia definitiva, sabía que normalmente al menos uno o dos años voy a tener que pagar. El arancel de la USACH era mucho menor comparativamente a las demás universidades. Dije, sí o sí, voy a colocar la USACH en primera opción y gracias a Dios salí seleccionado”.
Wanço recuerda que la recepción fue muy grata, pero que lamentablemente no tuvo la oportunidad de interactuar más con sus compañeros y compañeras ya que la pandemia por COVID19 obligó a retomar las clases de manera online. Durante esos primeros días, detalla, “me dijeron que me iban a mandar un correo para saber cómo iba a ser el proceso, y ¡pum!, cerraron todo. Ya no podía volver más a la “U”, los mensajes me los mandaron por correo de que todo iba a ser online, etc”.
Experiencia en la Escuela de Kinesiología USACH
Una vez que los estudiantes pudieron volver a la presencialidad, en el segundo año académico, Wanço Augustin pudo relacionarse de manera más directa con sus compañeros y compañeras que en ese entonces solo se había mantenido a través de una pantalla.
También pudo conocer a sus profesores, quienes han sido un factor importante a la hora de sobrellevar la vida que tiene en Chile alejado de su familia y el sacrificio que hace al mismo tiempo de trabajar. “Los profesores son muy “capos”, siempre están dispuestos a enseñarnos, saben mucho y nos entregan muchas cosas”. Uno de los profes al que agradece mucho Wanço es al profesor David Arriagada, actual vicedecano de investigación, quien ha sido una de las personas más importantes durante su estadía en el país y durante toda la carrera. “Una vez le conté mi historia y él se lo tomó muy en serio, no esperaba eso la verdad. Me apoyó anímicamente de todas las formas posibles y eso lo valoro mucho”, cuenta.
Otro fue el profesor Enzo, quien también le ha dado mucho apoyo en este tiempo. “Son muy cariñosos conmigo, muy simpáticos, siempre dispuestos a enseñarnos y nos han dado todas las herramientas necesarias para ser los mejores profesionales del país”.
Nuevos desafíos para el futuro
Los sueños de titularse como Kinesiólogo están cerca de concretarse para este haitiano. Pronto entrará en la etapa de presentar su tesis y poder convertirse en lo que tanto ha anhelado desde que ingresó a la USACH. Hoy se encuentra realizando su último internado en el CESFAM Eduardo Frei, en la comuna de La Cisterna.
Prontamente al egresar, Wanço Augustin confiesa que “será un logro definitivamente. Quiero visitar a mi familia en Haití, sobre todo a mi madre y a mis hermanos con quienes extraño jugar fútbol. Pero en mi vida personal quiero continuar aquí en Chile. Me gusta Chile y ya vendrán nuevos desafíos”, concluye.