Tejiendo Bienestar Emocional gracias a Fondo León

Clases de tejido para el estudiantado y funcionariado de la USACH, con el fin de crear un espacio de recreación y para que a través del tejido puedan bajar niveles de ansiedad y estrés es la invitación que hacen Alejandro Covarrubias y Tiare Vasquez, estudiantes de las carreras de Ingeniería Civil Mecatrónica y de Enfermería, respectivamente, gracias al Fondo León que se adjudicaron por segunda vez.

“Se trata de un taller abierto, al que solo se debe asistir a las clases, tener las ganas y la motivación de aprender”, dice Tiare Vásquez, estudiante de Enfermería, quien es fanática del tejido y quiso - junto a Alejandro - compartir su experiencia en este arte con la comunidad que se interesara en él.

Tal como explican sus impulsores, la iniciativa fue creada hace dos años, a partir de que detectaron la necesidad de la comunidad de recrearse y cuidar de su salud mental con actividades de ocio y tiempo libre. Con entusiasmo y expectativas postularon al Fondo León y se lo adjudicaron dos veces, 2023 y 2024. “Los fondos de la postulación que son alrededor de $700 mil pesos permitieron cubrir los costos de los materiales del taller que se categorizó en Promoción de la Vida Saludable”, dice Tiare.

Además de Tiare y Alejandro, participaron en el proyecto Valentina Martínez, Karen Garrido, Catalina Yáñez, Leslie Acosta, Pia Fuentes, Antonella Sarmiento, Vanessa Corvala y, Valentina Merino.

El Fondo León es una iniciativa de la Vicerrectoría de Apoyo Estudiantil, que promueve proyectos que impacten en la comunidad de estudiantes. Cada año se realiza la convocatoria para las más diversas ideas que puedan favorecer al estudiantado, en distintas áreas como artes, protección medioambiental, etc.

Un paso más allá

Tal ha sido el éxito y la convocatoria de estos dos cursos con más de 180 y 250 participantes respectivamente que el Departamento de Cultura de la Universidad de Santiago visualizó en esta actividad una oportunidad y la está pilotando desde octubre a enero, para ver si se mantiene el entusiasmo y así dejarlo como un curso más de la oferta que realizan a la comunidad.

"Es muy satisfactorio ver cómo el taller ha crecido, estoy muy orgullosa de los/las participantes, ya que no sólo se teje sino que también se dan conversaciones del día a día en cuanto a la universidad o de la vida cotidiana, además uno puede ver cómo cada alumno/a que decide participar de nuestro taller desarrolla nuevas técnicas a lo largo de estos, cómo lo es el caso de Ángel Díaz", comenta Tiare.

Ángel Díaz está en segundo año de la carrera de Ingeniería Civil Biomédica, ha participado de ambos fondos y hoy colabora como profesor del taller. “Pese a que yo sabía tejer, mi mamá me enseñó al igual que a cocinar es algo de lo que me siento honrado y orgulloso de haber podido aprender”.

Díaz agrega que: “la experiencia ha sido super buena, apoyando en lo que se pueda. Estoy motivado y quisiera seguir. Igual me ha ayudado a tejer en cualquier parte, ahora puedo hacerlo en la micro, en el metro, aquí en el patio, sin ningún problema. Quizás el mayor desafío ha sido enseñar a un compañero zurdo, tenía que ser todo invertido. Muy entretenido”.

Por otro lado, Monserrat Concha que estudia Pedagogía en Inglés luce un hermoso gorro de Hello Kitty hecho por ella en las clases. “Me quise inscribir porque quería aprender a hacer algo manual, porque siento que las manualidades sí ayudan mucho a sobrellevar la carga académica, a relajarse, entonces encontré que hacer crochet era una muy buena manera de exteriorizar y salir de todo eso que significa estar en la universidad, hacer trabajo, hacer pruebas, entonces es muy bonito poder crear muchas cosas y se siente muy bonito ver que de la lana puedes hacer muchas cosas”.

El próximo 3 de enero Tiare y Alejandro expondrán su experiencia en una jornada organizada por los mismos Fondos León y esperamos que su amor y generosidad por enseñar tejido sean las puntadas bases para que este curso pueda permanecer más estable en el tiempo y disponible para toda la comunidad.