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Estudio de la doctora Matilde Maddaleno aborda la disminución del embarazo adolescente en Chile
El artículo fue publicado y destacado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), resaltando la implementación de Chile hacia un enfoque integral en los sistemas de salud, el cual se basa en la incorporación de diversos elementos fundamentados en la evidencia dentro del sistema que ha logrado bajar considerablemente las cifras de natalidad en adolescentes.
El embarazo adolescente en Chile constituye un problema social estrechamente relacionado a la inequidad y la vulnerabilidad, con consecuencias importantes en los integrantes de la familia de manera transversal. Este fenómeno se asocia a múltiples determinantes sociales y al acceso desigual a los servicios de salud sexual y reproductiva, lo cual refleja la falta de oportunidades más allá de la maternidad temprana.
Respecto a nuestro país, este ha implementado un enfoque integral en los sistemas de salud en lugar de recurrir a intervenciones aisladas, para garantizar una atención adecuada a los adolescentes, en alineación con las directrices de la OMS. Por eso, en una década disminuyó un 51%, la tasa de fecundidad de los adolescentes de 10 a 19 años disminuyó de aproximadamente 25/1000 en 2005 a 7,8/1000 en 2020. El uso de anticonceptivos en el debut sexual aumentó un 30% entre 2007 y 2018. Sin embargo, siguen existiendo desafíos.
La Dra. Matilde Maddaleno, médico Pediatra por la Universidad de Chile y directora del Magíster en Salud Pública de la Universidad de Santiago, junto a otras y otros investigadores nacionales e internacionales; publicó el artículo titulado “Hacia una disminución de la tasa de fecundidad de las adolescentes en Chile: un enfoque de los sistemas de salud” , que fue destacado en la Red Internacional de Políticas de Salud (IHP, por sus siglas en inglés) y en la página oficial de la World Health Organization.
Para la Dra. Maddaleno, desde la década de los 90’ las políticas públicas en torno a la salud han tenido una significativa evolución, donde Chile ha reconocido la importancia de abordar la salud diferenciada de los adolescentes. En este contexto, para la académica, “el Programa Nacional de Salud de Adolescentes y Jóvenes, iniciado en 1995, fue pionero en atender las necesidades específicas de este grupo. En 1999, se publicó la Política de Salud de Adolescentes y Jóvenes, y para la década 2000-2010, la prevención del embarazo adolescente fue incorporada en las metas sanitarias del sistema de salud, con un objetivo de reducción del 30%”.
Otro de los hitos en esta materia fue el año 2006, con las Normas Nacionales sobre Regulación de la Fertilidad, lo cual significó declarar que la edad y las condiciones de salud no debían limitar el acceso a métodos anticonceptivos. Por ello, cuenta la Dra. Maddaleno, “la Ley 20.418, promulgada en 2010, consolidó el derecho de los adolescentes a elegir su método anticonceptivo y acceder a la anticoncepción de emergencia, incluyendo a menores de 14 años bajo notificación parental”.
Asimismo, el año 2008 se lanza la Política Nacional de Salud de Adolescentes y Jóvenes, introduciendo un novedoso modelo de prestación de servicios llamado Espacios Amigables para Adolescentes (AFS). Esta política, cuenta la académica, “fue dirigida a todos los adolescentes de entre 10 y 19 años, lo que se enfocó principalmente en la atención de salud sexual y reproductiva”, lo que permitió también darle especial énfasis en el respeto a la privacidad y a la atención integral brindada por el personal capacitado.
Por otro lado, este liderazgo activo a nivel nacional y dentro del Ministerio de Salud, ha desempeñado un papel fundamental en el avance de la agenda de salud adolescente. En estos términos, para la directora del Magíster en Salud Pública USACH, “Chile ha establecido instituciones públicas dedicadas a adolescentes y jóvenes, como el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), el Programa Nacional de Salud Adolescente del Ministerio de Salud, y la Defensoría de los Derechos de la Niñez, que extiende su ámbito a adolescentes de entre 10 y 18 años, en cumplimiento con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño”.
Estrategias adoptadas para la reducción del embarazo en adolescentes en Chile
En cuanto a las estrategias presentadas a lo largo de estos años, la Dra. Maddaleno destaca cinco principales iniciativas que se han desarrollado: la mejoría de los Sistemas de Información; implementación de Espacios Amigables de Atención para adolescentes (375 espacios amigables en 274 comunas del país) con el acceso a Medicamentos Esenciales, incluyendo la Variedad de Métodos Anticonceptivos, acceso a métodos de regulación de fertilidad para adolescentes, entre otras iniciativas.
En tercer término, se encuentra la fuerza laboral en salud con proveedores competentes (profesionales del área de la salud bien capacitados deben brindar servicios técnicamente sólidos, sin prejuicios y manteniendo la confidencialidad); financiamiento con asequibilidad; y por último, el liderazgo/gobernanza, que incluye la participación de los y las adolescentes.
De esta forma, para la académica “el Ministerio de Salud tiene la responsabilidad de la regulación de la gobernanza y el marco normativo en Chile”, agregando que “el Sistema Nacional de Salud supervisa los servicios de salud del sector público a través de veintinueve servicios descentralizados en las 16 regiones del país, y un sistema de atención primaria de salud predominantemente gestionado por los municipios.
Desafíos futuros
Los desafíos son varios, cuenta la doctora, entre los principales se encuentra el mantener y reducir las tasas de embarazo adolescente, por tanto, es importante “sostener la actual disminución en las tasas de embarazo adolescente y priorizar la población del rango etario de entre 10 y 14 años, con el objetivo final de alcanzar una tasa de fertilidad cero en este grupo etario”. Además, para la doctora Maddaleno es primordial mejorar los Espacios Amigables para Adolescentes, “recuperar y aumentar la cobertura de los EAA para garantizar el acceso universal de éstos”, sostiene.
Por otro lado, uno de los factores importantes a la hora de desarrollar estas políticas tiene que ver con los factores sociales y económicos. En ese sentido, la académica en salud argumenta que “entre los factores que influyen en la efectividad de estas políticas están las dinámicas políticas, las controversias ideológicas y los obstáculos culturales en torno al acceso de los adolescentes a anticonceptivos”. Además, las desigualdades socioeconómicas y las brechas en el acceso a servicios de salud siguen siendo desafíos críticos, especialmente en áreas más empobrecidas del país.
Finalmente, en comparación con otros países de América Latina y el Caribe, Chile ha mostrado un progreso notable en la reducción del embarazo adolescente. La región de América Latina y el Caribe (ALC) tiene la segunda tasa estimada de fecundidad en adolescentes más elevada del mundo, de 66,5 nacimientos por 1.000 adolescentes de 15 a 19 años en el período 2010-2015, frente a un tasa mundial de 46 nacimientos por 1.000 adolescentes en ese grupo etario. Actualmente Chile tiene una tasa de 7,8 el 2020 y de 5.5 el 2023.